En mi artículo anterior mencioné Cuatro principios para la adopción de FinOps: Visibilidad, Optimización, Control y Colaboración. Hoy hablaremos con más detalle sobre la primera: Visibilidad.
Las nubes privadas tienen regiones, inquilinos, clústeres, etc. Las nubes públicas tienen cuentas vinculadas, regiones y usuarios de IAM. etcéteraPor lo general, es una tarea compleja determinar cuánto se gasta en cada aplicación o por cada equipo, pero esto es crucial para comprender los cuellos de botella, el presupuesto y el pronóstico y evitar el desperdicio.
La visibilidad, en el caso de FinOps, significa identificar unidades organizativas y mapearlas en recursos de la nube, preservando datos históricos para un análisis de tendencias posterior. Por unidades nos referimos a elementos como unidades de negocios, equipos, ingenieros individuales, aplicaciones, servicios en la nube y grupos de activos. Como los recursos de la nube cambian constantemente, es importante no solo capturar el estado actual, sino también desarrollar un proceso para obtener visibilidad en dinámica.
Qué prácticas para conseguir la visibilidad son:
1. Identifique las unidades (que mencioné anteriormente) que se rastrearán.
No intentes controlar todo al principio, céntrate en lo más importante. Sugiero empezar con las unidades de negocio, los equipos y los ingenieros individuales, ya que es una buena forma de comenzar el proceso de formación en FinOps.
2. Definir una política sobre cómo identificar los recursos que pertenecen a una unidad específica.
Puede ser mediante el etiquetado o la convención de nombres de recursos; no importa demasiado cuál elija exactamente. Lo importante es que, cuando lo defina, debe seguirlo para tener éxito.
3. Definir una política para identificar a los creadores de recursos.
Es complicado identificar a los creadores de recursos en las nubes públicas, por lo que resulta extremadamente útil tener una política al respecto, incluso si es solo un trabajo de Jenkins. Más adelante, es posible que deba averiguar quién o qué creó algún recurso no asignado y este enfoque lo ayudará.
4. Cree presupuestos y gráficos para realizar el seguimiento de las unidades.
Aquí recomiendo encarecidamente utilizar herramientas de gestión de costes para realizar un seguimiento adecuado de los presupuestos.
5. Establezca reglas TTL y cree trabajos de limpieza.
Es una buena práctica no permitir ningún recurso sin TTL. Se puede configurar con etiquetas o como parte de un nombre y ayuda a evitar el desperdicio y a comprender mejor el propósito de los recursos.
6. Revise sus presupuestos en dinámica.
Los gastos de la nube no gestionada tienen tendencia a crecer. Debes vigilarlos para priorizar qué presupuestos necesitan una acción inmediata.
7. Evite los recursos no asignados.
Debes crear el hábito de tolerancia cero con los recursos huérfanos o no asignados. Cuantos más recursos de este tipo tengas, menos transparencia obtendrás.
8. No te olvides de los “costos ocultos”, las cuentas en la nube y las regiones.
La nube no se trata solo de máquinas virtuales o contenedores, existen docenas de otros servicios y elementos que cuestan dinero pero no son tan obvios. Uno de los aspectos más importantes es el tráfico de red, que puede representar una parte importante de su factura de la nube.
9. No olvide que sus recursos pueden distribuirse entre múltiples cuentas de nubes y regiones.
Poner en práctica estos principios puede arrojar luz de inmediato sobre sus gastos actuales en la nube y abre la puerta a la optimización, que analizaremos en nuestro próximo artículo.
Nick Smirnov, CEO en Hystax